Un instant per recordar un home que va marcar a molts d'excursionistes duran el seu pas per Talaixà.
"Queréis que esto sea un coto de caza? Queréis que me rinda i se lo deje para construir?...
Talaixà se vuelve a quedar vacío
Fallece a los 86 años Rodrigo Gómez Rodríguez, el último habitante de un vecindario en ruinas de Girona
LLUISA F. GONZALEZ. Corresponsal
GIRONA.- Con la muerte de su único habitante, el pasado 26 de diciembre (2000), Talaixà, un vecindario en ruinas de Montagut, ha vuelto a quedar vacío.
Rodrigo Gómez Rodríguez, un ex guardia civil y minero nacido en Huelva, había llegado a Talaixà hace 17 años. Quiso dejarlo absolutamente todo para instalarse en este pequeño pueblo, abandonado entre las montañas de la alta Garrotxa, en Girona, y visitado tan sólo por excursionistas de fin de semana.
Conocido popularmente como Rodri, este aventurero decidió cambiar el bullicio de la gran ciudad, Barcelona, donde residía con su familia, por la soledad de la naturaleza.
Con los pocos ahorros que tenía compró a sus propietarias, una madre y su hija que habían estado viviendo allí hasta finales de los 70, dos casas que solamente conservaban la estructura. Rodrigo Gómez Rodríguez se trasladó, solo, al ruinoso Talaixà.
Durante todos estos años, este único y solitario habitante había estado trabajando para convertir sus dos casas, donde vivía sin agua y sin luz, en refugios de montaña.
Provisiones
Una de las viviendas la cedió en el año 1991 al club excursionista de Olot a cambio de que una vez al mes le suministraran provisiones. Traspasando la propiedad de la casa a esta entidad, Rodri evitó de esta manera que los propietarios del resto del pueblo, la familia Racionero, reconvirtieran el valle de Hortmoier en una gran reserva privada de caza y cerraran caminos y pistas forestales.
Los que conocieron a Rodrigo Gómez dicen que se había convertido en un personaje de referencia, que era un tanto extravagante pero con unas ideas muy claras.
El alcalde de Montagut, Narcís Ribas, asegura que «lamentamos mucho su muerte porque era una persona muy significativa, que siempre había luchado para que la alta Garrotxa no quedara del todo deshabitada». A pesar de ser una persona que había llegado al pueblo de fuera se había integrado perfectamente en la vida de la zona. «A principios de los años 90 se empadronó en Montagut», añade Ribas.
Un cáncer de colon acabó con su vida a los 86 años. Había tenido que ser evacuado en helicóptero por los bomberos en varias ocasiones a causa del deterioro físico provocado por la enfermedad que sufría. Y es que Talaixà se encuentra a una hora y media a pie desde Oix, el último lugar donde se puede acceder en vehículo.
El pasado nueve de diciembre, un grupo de excursionistas que pasaba por la zona lo encontraron inconsciente en el suelo de su casa con los pies hinchados y con un golpe en la cabeza. Los montañeros alertaron a los bomberos, que lo trasladaron rápidamente hasta el hospital de Olot. Sin embargo, una recaída obligó a que lo trasladaran al hospital Sant Pau de Barcelona, cerca de su mujer y sus tres hijos. Finalmente, vencido por la enfermedad, Rodrigo Gómez Rodríguez murió el pasado martes.
El último habitante de Talaixà fue incinerado el pasado miércoles en el Cementerio de Collserola, en Barcelona, pero regresó al paisaje en el que pasó los últimos años de su vida, ya que sus cenizas se esparcieron en el pequeño pueblo gerundense.
El alcalde de Montagut todavía no ha mantenido ningún contacto con los familiares de Rodri para decidir qué se debería hacer con la casa donde vivía el fallecido. Pero Narcís Ribas se muestra convencido que si la intención es continuar con el trabajo que inició este defensor de la vida en los pequeños pueblos, cualquier iniciativa obtendrá todo su apoyo.
Més info a http://amicsdetalaixa.iespana.es/
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